Artículo de Vicente Parra Roldán
La inminente alternativa de Emilio Silvera Romero nos recuerda que las plazas de nuestra ciudad han sido propicias para las dinastías taurinas, Y, para ejemplo, las de los Litri, Espartaco y la de los Silvera, que han dado tres toreros que han actuado en nuestra ciudad.
En el caso de los Litri, la sucesión de actuantes es aún mayor por cuanto hay que comenzar con el bisabuelo Miguel Báez “El Mequi” que actuó en el siglo XIX; después vendría su hijo Miguel Báez Quintero, el abuelo de la dinastía, que, entre otras cosas, inauguró el coso de la Avenida Cristóbal Colón el 5 de septiembre de 1902. Le siguió su hijo Manolito y la continuó su otro hijo, Miguel Báez Espuny, el padre, quien debutó en el año 1947 para cerrarla, por el momento, el nieto Miguel Báez Spínola, que hizo su primer paseíllo el 12 de octubre de 1984.
Por lo que respecta a los Espartaco, hay que señalar que el patriarca, Antonio Ruiz, tomó la alternativa en el coso onubense el 19 de marzo de 1966. Años después, el 1 de agosto de 1979 lo haría su hijo mayor, Juan Antonio y, posteriormente, el 3 de agosto de 1989, la recibiría otro de sus hijos, Francisco José, quien se anunció como Espartaco Chico.
Y ahora llega la dinastía de los Silvera que abrió el abuelo, Emilio Silvera Pérez, quien debutó en su tierra el 14 de julio de 1957 y en esta plaza actuó en tres ocasiones. Años después, ya reinaugurado el coso, su hijo, Emilio Silvera González, debutó el 30 de julio de 1984 siendo el primer diestro que cortase un rabo y saliera a hombros por la puerta grande. Es el diestro que más veces ha hecho el paseíllo en La Merced, un total de 31 ocasiones, de las que tres fueron en novilladas picadas, seis en festivales benéficos y en veintidós corridas de toros, lo que supone también otro récord. Ha sido el único matador que ha llevado a cabo la gesta de encerrarse una tarde con seis toros.
Más recientemente, el nieto, Emilio Silvera Romero, debutó en la tierra de sus antecesores el 2 de agosto de 2016 y, desde entonces, ha actuado en tres novilladas antes de llegar al momento tan esperado de su alternativa.
Así pues, Huelva es una plaza muy apropiada para dar cobijo a las dinastías toreras porque, además de tres mencionadas, hay otros muchos casos en ,los que han actuado padre e hijos. Entre los más recientes, los Chamacos. Conquero, los Buendía, los Barroso, los Salas y un largo etcétera. Que siga la lista por mucho tiempo.