Elegidos por el jurado, mañana lidiarán novillos de El Añadío y Sorando
Los novilleros sin picadores Javier Zulueta, Iván Rejas y Pedro Aparicio han sido los más destacados en la semifinal del XIV Certamen la ‘Espiga de Plata’ de Calasparra disputada esta tarde en la Plaza de Toros Municipal de esta localidad murciana, en la que únicamente tocó pelo Iván Rejas en el segundo novillo. Los tres han sido elegidos por el jurado designado a tal efecto y mañana disputarán la final.
FICHA:
Calasparra (Murcia). Semifinal del XIV Certamen de novilladas sin picadores trofeo ‘Espiga de Plata’.
Se lidiaron novillos de Araúz de Robles, bien presentados y de juego variado.
Miriam Cabas, silencio tras aviso.
Iván Rejas, oreja.
Álvaro Rodríguez, silencio tras aviso.
Juan Alberto Torrijos, vuelta al ruedo.
Javier Zulueta, ovación tras aviso.
Pedro Aparicio, silencio.
Un tercio de entrada en tarde calurosa.
COMENTARIO:
Miriam Cabas se enfrentó en primer lugar a un ejemplar de Araúz de Robles difícil de lidiar. La novillera gaditana estuvo muy digna, hasta conseguir sacar el máximo partido de este complicado animal. Mató de pinchazo y estocada. Silencio tras aviso.
Iván Rejas estuvo variado con el capote, colocando las banderillas con facilidad. Se dejó el novillo en la muleta del valiente espada, que terminó paseando una oreja tras escuchar un recado presidencial y matar a su oponente al primer intento.
Se atascó con la espada Álvaro Rodríguez en el tercero tras una faena aseada. Basó el trasteo sobre el pitón derecho, dejando destellos de novillero con futuro. Silencio tras aviso.
Puso interés Juan Alberto Torrijos durante su actuación. La faena tuvo momentos de interés en el toreo al natural. Debió pasear un trofeo tras matar de estocada entera. El palco no consideró la petición mayoritaria y todo quedó en una merecida vuelta al ruedo.
Javier Zulueta quiere y puede ser torero. Esta tarde en Calasparra ha dejado su impronta de novillero seguro ante la cara de su enemigo. Corrió bien la mano en series de muletazos sobre la mano derecha, rematando con facilidad con el pase de pecho. No tuvo suerte con la espada saludando una clamorosa ovación tras aviso.
Pedro Aparicio supo aprovechar al mejor ejemplar de un encierro muy bien presentado y variado juego con el hierro y la divisa de Araúz de Robles. Aparicio se acopló perfectamente a la buena embestida de su antagonista, cuajando una faena lucida. Perdió la Puerta Grande con la espada. Silencio.