El novillero Gómez Valenzuela dio la única vuelta al ruedo en la tercera novillada de la Feria Taurina del Arroz de Calasparra. También destacó Joao D’Alva, a quien la espada privó de un triunfo tras una actuación seria e importante. Miguel Serrano también se fue de vacío.
Gómez Valenzuela se las vio con un primer novillo muy serio que desarrolló peligro por el pitón derecho. El viento fue otro enemigo cuando intentó plantear la faena por el izquierdo, por donde se dejaba más el de Juan Luis Fraile hasta que también empezó a hacer hilo. Estuvo dispuesto el novillero y mató bien de estocada. Ovación.
El segundo de su lote presentó una embestida brusca y violenta. Gómez Valenzuela se dobló con él en el arranque de faena y no se afligió ante tanta aspereza, resolviendo dignamente esta complicada papeleta. Mató de estocada y dio la vuelta al ruedo tras petición.
Joao D’Alva, que sustituía a José Antonio Valencia, estuvo dispuesto con el capote en el segundo de la tarde. Caldeó el ambiente con un tercio de banderillas vibrante como prólogo a una faena de firmeza y entrega en la que sobresalió en el toreo de mano baja por el pitón derecho. Por el izquierdo el novillo no fue claro. Mató al tercer intento, perdiendo un primer triunfo. Ovación.
Joao D’Alva mostró oficio con el capote en el quinto, al que volvió a banderillear de manera brillante, con verdad y espectacularidad. También comenzó la faena apostando fuerte, con un pase cambiado por la espalda y una primera serie ligada que llegó mucho al tendido. La pena es que el novillo no duró y empezó a pensárselo muy pronto y exigió un esfuerzo al portugués, que se entregó y se empleó a fondo en una faena de gran mérito e importancia. Perdió un merecido triunfo con los aceros.
El tercero de la tarde tuvo el defecto de salir distraído de todos los muletazos, impidiendo la ligazón de los mismos. Miguel Serrano dejó la muleta puesta para tratar de impedirlo y se buscó las vueltas para robarle muletazos por ambos pitones. Estuvo por encima de su oponente pero se eternizó con los aceros, escuchando dos avisos.
El sexto fue un sobrero del mismo hierro, manso en el caballo, al que tuvo que ser colocado hasta tres veces para recibir un puyazo fuerte. Serrano se limitó a machetearlo y entrarle a matar, lo que logró no sin esfuerzo y necesitando usar el descabello. Silencio.
FOTOS: SOTOMAYOR
Ficha del Festejo
Se lidiaron novillos de Juan Luis Fraile -el sexto sobrero del mismo hierro-, bien presentados y de poco juego.
Gómez Valenzuela, ovación y vuelta al ruedo.
Joao D’Alva, ovación y silencio.
Miguel Serrano, silencio tras dos avisos y silencio.
Incidencias.- Más de media plaza.