Puerta grande para el diestro gaditano en la plaza de toros de Villanueva del Arzobispo – La Perla del Sur.
Dos orejas cortó al primero de su lote, un tecloso toro de Gavira de los que decimos “no tener un pase”, pero para Galván los imposibles no existen, se colocó como si fuera bueno e hilvanó muletazos con ambas manos con profundidad y el empaque que le caracteriza. Una gran estocada fue el colofón a una importante labor.
Si el primero del lote no tuvo un pase, el Quinto de la tarde de Los Ronceles no tuvo medio. Todo voluntad la faena de Galván ante un imposible y saludó una fuerte ovación.