El Teatro Municipal de Almodóvar del Campo se llenó anoche de público y aficionados, en un evento que reunió a vecinos y visitantes de otras localidades para escuchar al prestigioso empresario taurino Simón Casas, quien, en un acto que se tornó en verdadero homenaje, vino a inaugurar la XXXIII Semana Cultural del Club Taurino ‘Almodóvar’.
La cita, que abrió el presidente del colectivo, Carmelo García, llamando a un minuto de silencio por las víctimas de la DANA, contó con la asistencia de toreros como Antonio Sánchez Puerto, Carlos Aranda o El Andujano, y la joven promesa rabanera Luis Expósito, así como de integrantes de la Corporación municipal que encabezaba el alcalde, José Lozano o el también destacado promotor taurino Pepe Cutiño.
Desde la mesa de oradores, junto a Simón Casas, estuvieron presentándole el propio García, quien también evocó a socios que en este último año han fallecido; la concejala de Cultura, Virginia López; y Roberto García-Minguillán, destacado comunicador taurino entre otras labores y quien, junto a la edil, desveló la gran sorpresa que entrañó el evento.
Eran las intervenciones telefónicas que hasta ese momento se mantuvieron en secreto y que fueron sucediendo a grandes amigos y referentes de la tauromaquia, para dedicarle unas palabras y charlar unos instantes, por parte de Alejandro Talavante, El Litri, El Juli, Fermín Bohórquez, Roberto Domínguez, Lea Vicens, Espartaco o Victorino Martín.
Todos, en un ambiente de afecto y respeto, expresaron su admiración al empresario de la Monumental de Las Ventas de Madrid y otras de gran peso como Albacete o la su ciudad natal, la francesa de Nimes, glosando la figura profesional y, sobre todo la talla humana, de quien también es apoderado de figuras y gran defensor y promotor de la tauromaquia.
Luego, a lo largo de la velada que se prolongaría por espacio de dos horas, desde las ocho y media de la tarde-noche, Casas habló sobre lo que significa ser un “torero de época”, destacando a figuras que han marcado un antes y un después en la historia taurina, como Manuel Benítez ‘El Cordobés’, José Tomás o Paco Ojeda.
“Un torero de época no solo ejecuta faenas, sino que transforma la tauromaquia, dejando una huella que influye en generaciones futuras”, significó el ilustre invitado, recordando a lo largo de su apasionada intervención que Belmonte y Manolete ya fueron en su día toreros que redefinieron este arte.
El empresario quiso compartir algunas anécdotas que ilustran la grandeza humana de estos toreros principalmente, como cuando Manuel Benítez le devolvió un pago anticipado en efectivo, envuelto en papel de periódico o cuando Ojeda se ofreció a torear para él en plazas menores sin cobrar, consciente del éxito en otras ferias mayores.
Relató asimismo cómo José Tomás, tras enterarse de que Casas había perdido dinero en una feria de Granada, accedió a ajustar sus honorarios en Alicante para compensar dicho perjuicio, subrayando así su admiración, no solo por el talento del diestro de Galapagar, sino su respeto y nobleza.
Habló por otro lado del desafío de organizar ferias taurinas de gran envergadura, como la de San Isidro en Madrid, comparándolo con un juego de ajedrez que requiere equilibrio entre figuras consagradas y talentos emergentes, con factores como los elevados costos que justifican los precios de entradas en comparación con otros espectáculos masivos.
También reflexionó Simón Casas sobre la necesidad de atraer a jóvenes a la fiesta taurina con un marketing adaptado a tiempos actuales pero que respeten siempre la esencia del toreo, valorando la tauromaquia como arte que enseña valores como respeto, entrega y autenticidad, y rechazó cualquier actitud extremista que pueda perjudicar la fiesta.
Y desde ese punto de vista, quiso compartir un mensaje para los jóvenes toreros y estudiantes de escuelas taurinas, destacando que el camino al éxito requiere talento, creatividad y, sobre todo, constancia. “Ser torero es una vocación artística, y cuando se elige por pasión, hay que aceptar el riesgo de no alcanzar el éxito”, enfatizó.
A tenor de sus palabras anoche en el Teatro Municipal, cuyo escenario ha vuelto a demudar en taberna que invita a la tertulia taurina, el valor de esta profesión reside tanto en el aprendizaje y las experiencias vividas, como en la posibilidad de alcanzar el triunfo, pero aclaró que el mayor patrimonio es “el de los sueños cumplidos, la pasión y la cultura”.
Así, Simón Casas, que en su intervención compartió no solo su visión del toreo, sino momentos de su vida, como cuando en Nimes, por impresionar a una joven pretendida, se lanzó de espontáneo e incluso mató un toro en presencia de Antonio Ordóñez, dijo que este mundo no es solo espectáculo, sino “una forma de vida que enriquece el alma”.
Este miércoles 6 de noviembre, también a las 20,30 horas, será el turno de Ramón Calderón, expresidente del Real Madrid y reconocido aficionado a los toros, quien participará en una charla-coloquio sobre sus vivencias en torno a la Feria Taurina almodovareña y su pasión por la fiesta.
El coloquio de hoy estará moderado por Íñigo Crespo, periodista, informador a través del medio especializado digital Mundotoro.com y escritor, que intervendrá para desvelar anécdotas interesantes junto al protagonista de la noche y dando paso a un posterior coloquio con el público.