Plaza de toros de Castellón. Octava y última de la Feria de la Magdalena.
Castellón volvió a ser testigo de la grandeza de José María Manzanares.
Manzanares cortó una oreja a su primer toro al que toreó con el capote lo más despacio que el viento le dejó. El de Jandilla tenía virtudes que el diestro de Alicante supo potenciar al máximo. La música comenzó a tocar en los primeros compases de la faena y el público vibraba con la ligazón a cámara lenta que tenían las tandas. Con la suavidad de la pureza, José María Manzanares toreó con la izquierda. Una delicia que la presidencia premió con un trofeo de gran peso.
José María Manzanares lidió con sapiencia al quinto de la tarde, que no quería parar. Mucho más áspero fue el de Vegahermosa al que Manzanares suavizó a base de templar su embestida. Una tanda superaba al anterior en pureza, profundidad y cada muletazo más lento al anterior. Fue creando una obra excelsa que culminó con una tremenda estocada y paseó, como no pudo ser de otro modo, las dos orejas.
Morante paseo un trofeo y Juan Ortega se fue de vacío.
Fotografía: Sara de la Fuente
Ficha del Festejo
Toros de Jandilla, de juego desigual.
Morante de la Puebla, ovación / oreja.
José María Manzanares, oreja / dos orejas.
Juan Ortega, silencio / silencio.
Incidencias.- Más de tres cuartos de entrada.