Desde la templanza de la mente y el regusto de lo acontecido, hablar de la Feria de Colombinas 2024 es una auténtica dispensa.
Una feria que, cuanto menos, se presentaba ilusionante para el empresario D. José Luis Pereda, en su XL aniversario desde la reinauguración de la Plaza de Toros La Merced, bajo el lema “40 años y Una Feria”.
Huelva ha sido testigo del momento tan importante que atraviesan las figuras del toreo. Las ganas, la entrega, en una Feria que tiene un importante hueco dentro del calendario taurino español.
Hemos conocido a una joven promesa del toreo extremeño, que abrió la Puerta grande en el primer festejo sin caballos, siendo el ganador de la III Edición de “Huelva es torera: Objetivo La Merced”. Julio Méndez ha dejado verdaderas razones de interés en su ilusión por llegar a ser figura del toreo con sus maneras poderosas e ideas claras. Nos hemos entusiasmado con un Javier Zulueta impregnado de cadencia, templanza y zapatillas asentadas. La vuelta con ilusión de ver en esta ciudad a Morante de la Puebla que como él mismo pronunció “no sin esfuerzo, aunque Huelva es especial” no tuvo suerte con sus antagonistas. El triunfo de Roca Rey consagrándose como figura incontestable rodeada de juventud otra temporada más. Puerta Grande también en una tarde llena de pinturería ecuestre para Diego Ventura y Andrés Romero, que cerraron el ciclo colombino por todo lo alto.
Especial remembranza merece David De Miranda. El de Trigueros, en su encerrona anunciada como regalo a su afición, deleitó, entusiasmó y dio un baño de rosas a todo aquel que lo puedo ver. Indultó a “Barba Verde” a los sones de “Mi Amargura”, marcha procesional magníficamente interpretada por la Banda de Música de Ntra. Sra. De Consolación, y después del lío para la historia que formó, con calambres en su cuerpo, en el sexto de la tarde, cuando ya no sentía sus manos, se fue a porta gayola, toreando con el valor y el corazón de un hombre que se había derramado por su tierra. Ha hecho historia sin duda alguna.
Junto a David de Miranda, las lágrimas de emoción de su apoderado, también ganadero, José Luis Pereda, que presenció como con absoluta justicia y verdad, su toro merecía perdonársele la vida. Se alinearon los astros esa tarde para el torero, para el ganadero y empresario, siendo una rotunda tarde de triunfo para la savia onubense en esta feria especial. No hay precio que pague la satisfacción de las cosas bien hechas después de grandes esfuerzos y luchas diarias.
Pereda quiso darle su lugar a las ganaderías de Huelva, en el primer festejo fueron seis los novillos lidiados de distintos hierros onubenses, así como en la gesta de David de Miranda. En este festejo destaca señalar el debut en esta plaza de dos ganaderías importantes, así fue, Victorino Martín y Loreto Charro. Tampoco se olvidó de dos promesas, el sanjuanero Enrique Toro y el ayamontino Carlos Tirado, que debutaron con caballos con más pena que gloria por culpa de los aceros.
Si ha habido una tónica común desde el primer festejo hasta el último, ha sido la decisión y entrega de todos y cada uno de los acartelados. Todos, absolutamente todos, no quisieron pasar por Huelva desapercibidos, unos con más suerte y otros con menos suerte, pero lo que es de recibo, reconocer que esta feria es importante y tiene renombre en el panorama taurino.
Mención aparte merece lo siguiente. Y es que en esta cuadragésima primera feria ya finalizada, no ha faltado detalles novedosos y mejoras con respecto a años anteriores. Todo para que el aficionado esté al corriente con la información del festejo del día. Sorteos televisados, códigos QR actualizados día a día con el programa de mano del festejo, fotografías al momento de la vida de la Plaza, etc. Todo ello dirigido a mejorar y enriquecer la Fiesta. A todas y a cada una de las personas que se han dedicado a remar en la misma dirección para Huelva, felicidades.
Artículo de Rocío Molina.