La delegada de la Junta de Andalucía en Huelva, Bella Verano, ha visitado este jueves la finca ‘Comeuñas’ de la ganadería Hijos de Celestino Cuadri, ubicada en la localidad onubense de Trigueros. De este modo, Verano ha refrendado el respaldo «total y absoluto» de la Junta de Andalucía al sector del toro por su importancia como «generador de riqueza y su arraigo cultural y social».
Durante su visita, la delegada ha explicado a los ganaderos Fernando y Luis Cuadri, la motivación del Plan Integral para el Fomento del Toro Bravo. Una iniciativa puesta en marcha por el Ejecutivo Andaluz para dar respuesta a las demandas planteadas por los ganaderos que están sufriendo las graves consecuencias económicas derivadas de la pandemia del coronavirus, que ha ocasionado la parálisis de fiestas, festejos y eventos asociados al sector, así como por el incremento de costes ligados al aumento de animales en las fincas.
De este modo, todo está poniendo «en peligro el valioso patrimonio genético, la labor medioambiental del toro bravo y el tejido rural asociado a esta ganadería».
«Una situación contra la que tenemos que luchar porque la tauromaquia es parte de nuestra cultura y de nuestras raíces, además de una gran fuente de generación de riqueza y de empleo», ha expresado Verano.
La ganadería brava contribuye al desarrollo rural de Andalucía en términos económicos y sociales, aportando enormes beneficios medioambientales. Se trata de un sistema de producción ganadera muy particular, en el que se gestiona la ganadería de manera sostenible, al emplear una raza autóctona muy rústica y bien adaptada a las condiciones de las dehesas. Además, constituye un elemento modelador y conservador del paisaje, en perfecta armonía con el medio ambiente.
Todo ello son, como ha comentado la delegada, «razones más que suficientes para abordar de manera integral la defensa y promoción del toro bravo desde diferentes vertientes, como la social, económica, cultural o educativa»
Por eso, en el Plan del Gobierno andaluz intervienen consejerías de la Presidencia, Administración Pública e Interior; Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible; Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local; Educación y Deporte, y Cultura y Patrimonio Histórico.
Desde el punto de vista de la promoción turística, la Consejería de Agricultura ha ofrecido su apoyo a la canalización de los posibles productos de interés que el sector pueda elaborar para acercarlos a los operadores turísticos.
Entre éstos se encontrarían las visitas guiadas y experimentales a las fincas y las dehesas para conocer de primera mano la realidad del mundo del toro bravo, único en su especie. También la creación de rutas turísticas que incorporen comercios relacionados directamente con el toro bravo, que pasan por el arte, la gastronomía o la ecología.
En colaboración con la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico se continuarán acometiendo los expedientes de declaración de BIC referida a las infraestructuras que merezcan ese nivel de protección arquitectónica y su puesta en valor mediante la divulgación cultural, así como contribuir a la elaboración, junto con la Consejería de la Presidencia, de una red de municipios taurinos y a la creación de unos Premios Andalucía de Tauromaquia con carácter anual.
Por su parte, la Consejería de la Presidencia, Administración Pública e Interior ha adquirido el compromiso de analizar la posibilidad de autorizar la celebración de espectáculos públicos en fincas ganaderas con carácter excepcional y de acuerdo con las prescripciones normativas de seguridad correspondientes sobre la base del actual Reglamento Taurino de Andalucía y en conexión con el nuevo decreto por el que se regulan los festejos taurinos populares.
Del mismo modo, y para acometer proyectos educativos con objeto de dar a conocer de primera mano la cría de esta especie y los valores que atesora el mundo rural, podrían contar también con la colaboración de las Escuelas Taurinas de Andalucía.
Por su parte, la Consejería de Agricultura ha aprobado ya un plan estratégico dotado con un presupuesto de cuatro millones de euros para la concesión de ayudas en régimen de concurrencia no competitiva a las explotaciones de cría de ganado bravo de Andalucía, con el objetivo de compensar a sus titulares por las pérdidas sufridas debido a las limitaciones impuestas durante la crisis sanitaria y evitar así la desaparición de esta actividad.
Todo ello está poniendo en peligro «este valioso patrimonio genético, la labor medioambiental del toro bravo, el tejido rural asociado a esta ganadería y, en definitiva, a un sector económico importante para Andalucía».
Se ha estimado un pago por animal elegible (aquellos de la especie bovina registrados en el Sistema Integrado de Gestión Ganadera de Andalucía a 14 de marzo de 2020 como hembra de raza ‘lidia’, mayor de 42 meses y que haya parido un ternero de la raza ‘lidia’ en los últimos 12 meses), con una modulación por la que podrá incrementarse un pago básico con complementos adicionales que permitan canalizar las ayudas hacia las explotaciones que hayan soportado mayores pérdidas.
El importe de la ayuda inicial sería de 250 euros por animal elegible, el cual puede ser incrementado hasta en 400 euros adicionales y se concederá a un máximo de 120 animales por beneficiario. La Junta estima que con estas ayudas se verán beneficiadas alrededor de 150 explotaciones ganaderas repartidas en hasta 136 municipios andaluces.