Diego García novillero de los que no paran de hablar en los mentideros está temporada, vela sus armas estos días en el campo bravo.
Dicen que es un torero espigado y de altura, que practica un toreo serio, vertical, largo y profundo. Que les baja mucho la mano para así exigirles obligando a los animales a que saquen todo lo que llevan dentro.
Gran tentadero el suyo en la finca «Monteviejo» propiedad de Victorino Martín frente a vacas del hierro de Urcola.
Fotos. Diego Alcalde.