Cortó tres orejas en la corrida de Garcigrande y se reafirmó como el torero que más veces ha conquistado la puerta soñada de Sevilla. Manzanares cortó una oreja y Aguado se fue de vacío
El Juli se ha convertido esta tarde en el primer matador de toros de la historia que ha conseguido siete puertas del Príncipe. Su superioridad durante toda la tarde, su capacidad y su cada vez más depurado toreo le han llevado a cortar tres orejas y conquistar una vez más a la afición de Sevilla. Manzanares también consiguió triunfar en el segundo de su lote, mientras que Aguado se empleó pero sin poder tocar pelo.
El primero de la tarde salió suelto del capote y El Juli intentó recoger su embestida. Hizo un quite por chicuelinas y el toro manseó en el caballo y en banderillas. El Juli lo metió en la muleta en la primera serie y el toro rompió, permitiendo la ligazón. Sonó la música y el diestro de Velilla toreó al natural con delicadeza y naturalidad en la mejor serie. Continuó disfrutando con la noble embestida del Garcigrande, llevándolo muy largo hasta el final. Creó ambiente de triunfo grande y mató de estocada algo trasera pero efectiva. Cortó dos orejas.
En el cuarto dejó dos buenas medias como broche al recibo de capa. El toro fue dos veces al caballo con prontitud pero sin emplearse. El Juli comenzó la faena en los medios con muletazos con una rodilla en tierra y un cambio de mano larguísimo, seguido de otros excelentes que hicieron sonar la música. La siguiente serie al natural fue ligada y profunda, igual que la que siguió. Cambió a la derecha para seguir buscando profundidad y terminó de nuevo al natural. Un pinchazo previo a la estocada no le apartó de conseguir una oreja y abrir su séptima Puerta del Principe.
Manzanares toreó con compostura a la verónica a su primero. Mambrú volvió a protagonizar un gran tercio de banderillas, saludando montera en mano. El toro tuvo movilidad en la muleta y Manzanares se ocupó de atemperar y dominar en las primeras series. Siempre se acopló mejor por el lado derecho, por donde llegaron los mejores momentos de su faena. Sonó el pasodoble y la última serie fue la más redonda de todas, rematada con un gran pase de pecho. Emborronó la entonada obra con la espada. Silencio.
Manzanares no pudo lucirse de capa en el quinto y optó por tantear la embestida del toro. Banderilleó muy bien Daniel Duarte y el alicantino comenzó a construir la faena por el lado derecho, ligando con compostura. Probó al natural pero fue de nuevo con la derecha fue cuando atacó más y llegó al tendido. La faena fue creciendo en una siguiente serie al natural y otra con la derecha. La música sonó y hubo una serie más antes de matar de estocada. Se pidió la oreja y le fue concedida.
Pablo Aguado se gustó con el capote en el recibo al tercero, dejando lances con mucha compostura. El toro derribó en el primer puyazo y fue mal picado en el segundo. En la muleta embistió con aspereza, rebrincándose y tirando cornaditas al final de cada muletazo. No fue un buen colaborador el de Garcigrande y Pablo no pudo lucir la exquisitez de su toreo a pesar de intentarlo. No era su toro y, sin duda, el peor de los lidiados hasta ese momento. Se puso difícil para matar el toro, Pablo pinchó y sonó un aviso.
El recibo de Pablo Aguado al sexto tuvo verónicas a cámara lenta por el pitón derecho. Fue el mejor toreo de capa de la tarde. Iván García se lució en banderillas, saludando montera en mano. Pablo comenzó doblándose con el toro y dio una primera serie con la derecha con empaque y en la que el toro salió suelto. Mansito el de Garcigrande, salía de las suertes distraído y eso impidió que la faena rompiera definitivamente. A pesar de ello, hubo naturales con prestancia hasta que el astado se rajó por completo. Pablo insistió en terrenos de tablas y se empleó para sacarle todo el partido al toro.
FOTOS: ARJONA / PAGÉS
Ficha del Festejo
Toros de Garcigrande y Domingo Hernández (primero, segundo y sexto), manejables en conjunto. Destacaron primero, segundo y cuarto.
El Juli, dos orejas / oreja.
José María Manzanares, silencio / oreja.
Pablo Aguado, silencio tras aviso / ovación.
Incidencias.- Lleno de no hay billetes. En cuadrillas se desmonteraron Mambrú e Iván García.