El público acude en masa a la jornada de Puertas Abiertas en la plaza de toros de Sevilla

Cerca de 6.000 personas acudieron a esta actividad organizada por la empresa Pagés en la que participaron los novilleros Marco Pérez y Javier Zulueta 

En masa acudió esta tarde el público a la Jornada de Puertas Abiertas que cada año organiza la empresa Pagés en la Real Maestranza sevillana. Se cumplía la décima edición de una actividad que pretende un acercamiento y contacto directo con la plaza de toros y con la Tauromaquia a través de un taller de toreo de salón en el que todos pueden participar. Y la experiencia volvió a ser todo un éxito, consolidando una actividad que los aficionados esperan cada año, una de las actividades estrella en la preferia.

De nuevo se superó la afluencia de público, que en esta ocasión estimamos que pudo rozar los 6.000 visitantes y participantes. No pararon de entrar aficionados y curiosos a lo largo de las dos horas que dura esta actividad que pretende crear afición y permitir a persona de todas las edades tener un contacto directo y práctico con la plaza y los principios básicos de la Tauromaquia y que este año, además, contó con la presencia estelar de dos de los novilleros más importantes del momento, Marco Pérez y Javier Zulueta, que se sumaron a la iniciativa con la intención de tener un contacto directo con los aficionados tan solo unos días antes del mano a mano que librarán en esta plaza el lunes 28 de abril.

Los novilleros compartieron una firma de autógrafos que se prolongó por más de dos horas y se fotografiaron amablemente con todos los aficionados que lo solicitaron. Se volvieron a formar largas colas para obtener el autógrafo de Marco Pérez y Javier Zulueta.

Ambos valoraron muy positivamente esta iniciativa de la Empresa Pagés y aseguraron haber disfrutado sobre todo «por la mucha gente de nuestra edad que ha venido a saludarnos y hacerse una foto con nosotros e incluso muchos niños».

Los maestros José Ortega Cano y Tomás Campuzano se sumaron de forma espontánea a esta iniciativa, el primero de ellos acompañado de su hijo, José Fernando, que quiere ser torero, y Tomás con sus alumnos de la escuela de Triana.

Una actividad con contenido

A las seis en punto de la tarde se abrió la Puerta del Príncipe para que aficionados, visitantes y curiosos pudieran acceder directamente al ruedo de la plaza. De nuevo se repitió la impresionante imagen del público entrando en masa durante unos minutos. Una vez en la plaza les esperaban capotes, espadas y muletas, carretones, banderillas y hasta caballos de picar que posibilitaron un contacto activo y práctico con el toreo. Como en las ediciones anteriores, todos los que se decidieron a coger los trastos y torear estuvieron asesorados por un total de 12 monitores profesionales del equipo de Eduardo Dávila Miura, colaborador de Pagés en esta acción. 

El ruedo aparecía dividido en diferentes sectores dedicados a cada uno de los tercios y suertes del toreo. Pudieron torear con el capote, poner pares de banderillas en el carretón, torear con la muleta y hasta subir en un caballo de picar de los que torean en las corridas del coso maestrante. La imagen más entrañable volvieron a protagonizarla los más pequeños, que acudieron en gran número acompañados de sus padres, abuelos y familiares. Para ellos se habilitó una zona especial con capotes y muletas de pequeñas dimensiones. 

Ha sido la décima edición de esta actividad en la que Pagés es pionera y que tuvo como prólogo ayer jueves un Taller de Tauromaquia para escolares que reunió a más de 1.000 alumnos de distintos centros sevillanos. Ambas experiencias cumplieron con creces con el objetivo perseguido: crear afición.