Hace apenas unos minutos que nos dejaba un hombre del toro de Huelva.
Empresario, padre de torero, marido ejemplar y hombre cercano, bueno donde los haya, afable, amigo, compañero y gran persona.
Conozco a Curro Medrano hace casi treinta años, cuando creamos la Tertulia Taurina Tendido 12, en la calle Concepción Rodríguez Garzón, junto al amigo Matías Vizcaíno que era el Presidente de aquellas fechas, Curro Medrano de Vicepresidente y este que os escribe de Secretario de la Peña.
Años más tarde sería Curro Medrano el Presidente de esta peña Taurina Tendido instalada en su actual sede, en los bajos del Tendido 12 de la Plaza de Toros de La Merced.
Una triste noticia que me hacía llegar un amigo común, el banderillero onubense Miguel Conde, que tiene un corazón que no le cabe en el pecho.
Sus palabras entristecieron mis ojos, se nublaban por las lágrimas que aparecían al llegarme los recuerdos vividos con Curro y su hijo Jesús, al que lo he visto crecer como novillero y como persona.
Son muchas las anécdotas que me vienen a la memoria, cuando recorríamos la provincia de Huelva y Sevilla acompañando a Jesús Medrano que quería ser novillero, pero el más grato recuerdo lo guardo de nuestro viaje a tierras francesas, donde toreábamos en Cazaubon-Barbotan, en una novillada picada con Pepín Liria, haciendo parada en San Sebastián el día antes por el largo trayecto, un viaje que realizábamos en dos vehículos, donde viajaba la cuadrilla, el novillero, el apoderado y el padre del torero, Matías Vizcaíno, Curro Medrano, Jesús Medrano, Jesús Carvajal, Santiago Chacón, Pepe el chofer y este que os escribe. Fue un viaje inolvidable donde tuvimos la suerte de sentir las sensaciones del pueblo galo en los festejos taurinos. Una plaza coqueta, rectangular y con árboles en el callejón. La anécdota llego en la lidia y tercio de banderillas, era una novillada nocturna, cuando se disponía a colocar los palos el subalterno se fue la luz de la plaza y salió todo el mundo en estampida buscando el refugio de las tablas, no se veía nada y menos el novillo que campaba por allí sin que nadie pudiera hacer nada, no llego la luz y tuvo que suspenderse el festejo en el tercer novillo.
Quiero en estas líneas acordarme de su mujer, de su hijo Jesús, al que veo cada mañana en su Cafetería Puerto, siempre al pie del cañón y con una sonrisa, de sus hermanas, de familiares y amigos. Se nos va un amigo pero siempre lo tendremos en nuestra memoria y en nuestros corazones.
Desde lascosasdeltoro, quiero trasladar mi más sentido pésame a familiares y amigos de Curro Medrano Rivas. D.E.P