David de Mirada llegaba tras su convalecencia al coso serrano de Cortegana, con muchas ganas de comenzar la tarde. Ya en el patio de cuadrillas se le atisbaban las ganas que derrochó toda la tarde. Al igual que Román también tuvo un lote desigual. Mejores los lidiados en segundo y cuarto lugar a los que desorejó, siendo el sexto de la tarde un ejemplar soso, rajado y con la cara siempre por la nubes ante el que poco pudo hacer David, salvo matarlo de un espadazo sin puntilla. Lanceo con el capote David a sus enemigos con soltura y manejando el percal con sapiencia, derrochó en los quites y no dejó pasar ninguna oportunidad de lucir a sus antagonistas con ajustados cites. Con la franela se le vio suelto y manejando los tiempos. Series por ambas manos dejando redondos y naturales largos y templados. Los de pecho para enmarcar y los remates por bajo para cartel. Ahora toca pensar en Albecete que está a la vuelta de la esquina y compartirá cartel con Román y Ginés Marín.