El informador taurino Alejandro Martínez ha sido condenado, además, a publicar la sentencia y al pago de las costas
- Coy destinará los 3.000 euros del importe de la indemnización a la entrega de alimentos al Sagrado Corazón- Cotolengo
El Juzgado de Primera Instancia Nº 5 de los de Albacete, ha condenado al informador taurino Alejandro Martínez Lorenzo por una intromisión ilegítima en el derecho al honor del presidente de la plaza de toros de Albacete, Joaquín Coy García, por lo que tendrá que indemnizarlo con un importe de 3.000 euros, además de publicar a su costa el Fallo de la sentencia en el mismo medio en el que profirió las expresiones por las que ha sido condenado, así como al pago de las costas procesales, el programa de televisión “Toros Sí” de Visión6, en un horario similar, que fue en la tertulia posterior a la celebración de la corrida de toros del día 11 de septiembre de 2021.
La magistrada considera, de acuerdo a la jurisprudencia reiterada del Tribunal Supremo y del Tribunal Constitucional, que el derecho a la informació0n y la libertad de expresión son más amplios que el del derecho al honor, pero siempre que no excedan del ámbito en que se enmarcan el interés general y la relevancia pública del asunto concreto.
La magistrada entiende que las expresiones en las que se llamó a Joaquín Coy “corrupto” excedían con mucho el contexto de la tertulia en la que participaba el informador taurino, puesto que se trataba de analizar el contenido de las primeras corridas de toros de la Feria de 2021.
El informador alegó en el transcurso del juicio que utilizó la palabra “corrupto” con el significado de “viciado, dañado o torcido”, pero la magistrada entiende, de acuerdo con el Ministerio Fiscal, y con el abogado defensor de Coy, Mariano López Ruiz, que tal interpretación no es coherente con el resto de su intervención. Además, que al tratarse de un funcionario del Cuerpo Nacional de Policía, ya jubilado, y al tratarse del presidente de la plaza de toros de Albacete, durante 30 años, no es posible no vincular la expresión “corrupto” con el significado más habitual y tendente a desprestigiar al destinatario de la expresión.
La sentencia incluye una indemnización a Joaquín Coy de 3.000 euros, importe que será entregado a la institución Sagrado Corazón-Cotolengo