- El diestro sevillano dio muestras de su compromiso con la fiesta y de madurez
- La tercera charla de la trigésimo segunda edición aportó la visión del diestro sevillano en torno al mundo del toro y reveló sus aspiraciones
El matador de toros Borja Jiménez fue el protagonista ayer jueves en la tercera de las jornadas de la XXXII Semana Cultural que el Club Taurino ‘Almodóvar’ celebra, con la colaboración del Ayuntamiento, en el Teatro Municipal de Almodóvar del Campo.
Un acto conducido por Roberto Gómez, el veterano periodista deportivo que tiene en el mundo del toreo desmedida afición y profundo conocimiento conforme desarrolló, sin guion alguno, un completo y dinámico cuestionario para el torero de Espartinas.
La noche, una vez más, comenzaba con la presentación del presidente de la entidad anfitriona, Carmelo García, dando la palabra al concejal de Festejos, Roberto Donoso, quien alabó la seriedad y compromiso del actual promotor taurino de la plaza almodovareña, Jorge Cutiño.
Pese a su juventud, Borja fue desgranando lo que para él ha sido una temporada al alza, una vez pudo confirmar su alternativa el pasado mes de abril y, desde entonces, ha dado muy serios motivos para ser considerado como un serio valor en la tauromaquia.
Sus faenas en Pamplona o Zaragoza así ya lo atestiguaban, pero ha sido su reciente puerta grande, al conquistar tres orejas en la corrida de Victorino Martín el pasado 8 de octubre en Las Ventas, lo que definitivamente ha elevado su cotización para los próximos años.
En la tertulia con la afición almodovareña, Borja Jiménez comenzó desgranando cómo Espartaco padre le marcó su vida, su apego y sus inicios para ser torero, al igual que José María Manzanares padre, una etapa que recordó con mucha emotividad y, en particular, cuando toreó su primera becerra de la mano de Pepe Luis Vázquez.
También reconoció que “Sevilla lo significa todo para mí. Torear en La Maestranza es algo incomparable”, aseveraba Jiménez para desgranar cómo vivió aquella Puerta del Príncipe que alcanzó como novillero.
Y en el intenso, y ameno, mano a mano que se trajo con un entregado Roberto Gómez, Borja quiso destacar muy en particular de este 2023 de consagración, que “la tarde de Pamplona y las de Madrid marcarán mi carrera”.
Hubo referencias a tanta paciencia como ha tenido el diestro en esta trayectoria. “Le he dedicado toda mi vida al toro, aunque no tuviera oportunidades a la vista”, señalaba, loando el compromiso de su apoderado, Julián Guerra, con quien comparte entrenamiento diario. “Confío plenamente en él”, confesaba.
También aludió al triunfo con la corrida de Victorino Martín en Madrid, reconociendo que aunque “son toros que te exigen mucho, pero te transmiten algo distinto”, expresando su compromiso de “lidiar todo tipo de ganaderías y encastes, no quiero encasillarme en un concepto en concreto, me gusta un concepto amplio de la tauromaquia”.
Y, de igual manera, el sevillano expuso su deseo de “estar al lado de las máximas figuras a las que tanto admiro”.
Finalmente, el público de Almodóvar del Campo premió con una larga ovación al joven espada, revelación de la temporada 2023, en un acto que contó con la presencia del alcalde José Lozano y del diputado provincial Carlos Martín de la Leona.