El torero de Requena se presentará en Las Ventas como matador de toros el próximo 15 de agosto, en la corrida de la Paloma
En el mundo del toro, pocos momentos son tan significativos como la confirmación de una alternativa en la Plaza de Las Ventas, especialmente en una fecha tan emblemática como el 15 de agosto, la Virgen de la Paloma. Para Jesús Duque, este 2024 marca su décimo aniversario como matador de toros y la realización de un sueño largamente acariciado: presentarse en la Plaza de Las Ventas. En esta entrevista, Duque comparte con nosotros sus emociones, sacrificios y creencias que lo han guiado en una carrera perseverante y apasionada en la tauromaquia.
La confirmación de tu alternativa coincide con el décimo aniversario de tu carrera como matador. ¿Qué significa para ti un día tan especial?
«Confirmar en Madrid es el sueño de todo torero al iniciarse en la profesión, y hacerlo justo en el décimo aniversario de mi alternativa es algo inigualable. Es el momento de la verdad. No hay mejor manera de celebrar este aniversario que en la primera plaza del mundo, la plaza de mis sueños, la que me quita el sueño y me hace soñar».
El toreo es una profesión con mucha presión y riesgo. ¿Cómo manejas el miedo y la ansiedad antes de salir al ruedo?
«El miedo y la responsabilidad siempre están presentes en el toreo, especialmente cuando te juegas todo en una tarde. Sin embargo, los manejo bien porque me mentalizo en que he hecho todo lo que está en mis manos. Aunque esta es una profesión llena de incertidumbres, la seguridad de haber cumplido con mi preparación me da mucha confianza en mí mismo y en mis posibilidades».
¿Cómo has equilibrado tu vida personal con la exigente carrera de matador en estos diez años? ¿Qué sacrificios has tenido que hacer?
«Durante todos estos años, ha sido necesario hacer muchos sacrificios para equilibrar mi vida personal con mi carrera. Salir a la calle tiene un costo, y uno tiene que mantener a su familia, lo que me llevó a trabajar mientras entrenaba. Ha sido un esfuerzo duro, cansado y pesado, pero el toreo lo vale todo».
A lo largo de tu carrera, ¿cuál ha sido el momento más difícil y cómo lograste superarlo para continuar en el mundo del toreo?
«En la vida de un torero hay muchos momentos difíciles y llenos de sinsabores. En mi caso, el momento más duro fue la pérdida de mi madre, que no solo afectó mi vida personal, sino también mi carrera. Sin embargo, con amor y dedicación, he logrado salir adelante. Ese dolor se ha convertido en una fuerza que me impulsa a seguir adelante, a estar más comprometido con mi profesión y a querer superarme cada día».
El camino hasta aquí ha sido largo. ¿Quiénes han sido tus mayores apoyos en estos diez años y cómo han influido en tu carrera?
«Ha sido un camino muy largo desde que tomé la alternativa en 2014 hasta llegar a esta confirmación. Mi mayor apoyo ha sido mi familia; ellos siempre han estado ahí, animándome y dándome la fuerza e ilusión para seguir adelante, para no rendirme. También estoy muy agradecido con toda mi gente, mi Peña taurina, mi cuadrilla; su apoyo en el día a día ha sido fundamental para mí. Gracias a ellos he llegado hasta este momento».
¿Qué importancia tiene para ti la espiritualidad o tus creencias personales en un oficio donde el riesgo es tan alto?
«La fe es fundamental para mí. Siempre lo digo: hay que tener fe, esperanza y creer que todo es posible. En el toreo, que es una profesión que se vive tan intensamente, es esencial contar con esa fe».
Más allá del ruedo, ¿qué aficiones o pasatiempos te ayudan a desconectar y recargar energías?
«Mi familia es lo que me da vida y me llena de ilusión. Pasar tiempo de calidad con ellos es lo que realmente me hace feliz y lo que me motiva para recargar energías y seguir adelante en mi carrera».