Jorge Molina a hombros ante una gran novillada de Cebada Gago.

La XXII edición del Alfarero de Oro de Villaseca arrancó con las señas de identidad que han convertido en el certamen de novilladas referente: éxito de público, seriedad y toreo.

La novillada de Cebada Gago fue muy seria y encastada con varios ejemplares aplaudidos de salida y en el arrastre. Novillada en tipo, seria y con grandes opciones de triunfo.

Ante un ambiente en los tendidos como el de hoy en La Sagra (3/4) y ante una novillada tan seria, tiene una gran repercusión todo lo que se hace.

Jorge Molina cortó 3 orejas en dos labores compactas y de gran nivel. En su primero dejó una carta de presentación basada en clasicismo y firmeza bien rematada con la espada. En el quinto la plaza rugió cuando novillero y novillo se acoplaron en series de alto nivel por ambas manos. Una estocada fulminante fue el gran colofón.

Villita sorteó al novillo más desagradable en primer lugar y no terminó de confiarse con el buen cuarto. Silencio en ambos.

Miguel Zazo no tuvo su tarde al no aprovechar a sus dos buenos oponentes. Faltó seguridad salvo con los aceros. Silencio en ambos.

Gran novillada de Cebada Gago y alto nivel de Jorge Molina. Villaseca se reivindica con sus señas de identidad.

Plaza de toros de Villaseca de La Sagra. Primera novillada del XXII Alfarero de Plata. 3/4.

Novillos de Cebada Gago muy serios y de gran condición.

Villita, silencio en ambos

Jorge Molina, oreja / dos orejas.

Miguel Zazo, silencio en ambos.