La voluntad de Morante y la prestancia de Luque.

Jornada intensa del julio ya finiquitado, el café matutino de siempre, el paseo por Marina, hasta llegar a Placeta, recordar la Granadina, y por Puerto nebuloso encuentro de imborrables escenas de Laine y Carbonell, de la toreria huelvana de Montrocal y callejón Palomeque de Villaplana y la Vega siempre presente con las palmeras escoltando el camino hacia el redondel categórico y verdadero del coliseo huelvano, el sorteo, los lotes, los hombres de confianza, el delegado gubernativo, el asesor, el presidente,los alguaciles, el escenario y lo de siempre más jefes que nunca, disfruto verlos mandar, en fin lo de siempre y un año más…hoy en el recuerdo de un aficionado extraordinario, ausente, Antonio Castaño, hoy cambió el seis suyo por la tribuna del cielo, bien estas querido Antonio disfrutar de la fiesta de los toros que tanto te gustó, amén.

El encierro de Don Álvaro Domecq, terciado y suspenso en hechuras desigual y deficiente en comportamiento, está ganadería no pasa por su mejor momento, los Alburejos fue la factoría del toro bravo, encastado y enclasado, hoy los seis más uno no pasaron del aprobado con sabor a suspenso, Morante enjaezado con un elegante verde oliva, dispuso de su repertorio inigualable de la gracia y estética acostumbrada, con el capote con verónicas ceñidas y la media eterna con el muleteo recordó al Gallo de Gélves, cortó un apéndice en el primero, bien en la de la Puebla del Río, Daniel Luque, en la línea ascendente de sus últimos encuentros, fácil y con la prestancia de la seguridad, dos se llevó el de Gerena, Juan Ortega, novedoso es un torero de largo recorrido en formas y en fondos pero no acaba de romper, el beneficio de la duda, es incipiente, torea muy acompañado, hoy no tuvo suerte y con la tizona no anda muy presto, y poco más, hoy tuve la ocasión de conocer a Vicente Zabala hijo, un figuron de la pluma taurina, mereció la pena. Hasta siempre pues.

Artículo de Alfonso Leandro.