Miranda y Vanegas llenan en el cierre del ciclo Cajasol

Toreros “El milagro de la vida” cerraba la XXVIII edición del ciclo los toros, con un lleno absoluto en la sala Juan Ramón Jiménez.

Dos toreros que han vivido en primera persona lo más duro de este difícil mundo del toro, David de Miranda y Manolo Vanegas, han llenado de verdad, capacidad, sacrificio y superación un cierre de ciclo de puerta grande.

La magistral destreza de un moderador de nivel indiscutible, como es Juan Ramón Romero, ha llevado por la senda del sentimiento y la sensibilidad, que el como nadie sabe manejar, a los contertulios que han llenado de contenido una noche donde lo importante es luchar por lo que uno ama por encima de todo.

Luis Sánchez, fisioterapeuta y Pepe López, preparador físico completaban esas sillas dispuestas en semicírculo, para enmarcar un cierre de ciclo con sabor a verdad.

Lágrimas en la mejilla y voz entrecortada se reflejaban en la intervención de Manolo Vanegas al recordar cuando sus padres viajaban de su tierra natal para reencontrarse con él y al saber que no podría recibirlos de pie, se le venía el mundo encima, recordaba también que los médicos de comentaban que su vida pasaría por una silla de ruedas, hoy nos recuerda, “aquí estoy, de pie, andando… eso si con algo de ayuda”.

Su fisio Luis Sánchez nos comentaba “Manolo Vanegas  viene cada día desde hace tres meses a trabajar con la misma ilusión y con el mismo ánimo. No hay merma en sus ganas por más duro que sea el camino”, a lo que añadía “40 aguas diarias para implementar la movilidad de los músculos, y ni una queja, ni una muestra de dolor”.

Por su parte David de Miranda recordaba, “el percance me ha cambiado la perspectiva de la vida. Por ejemplo, le doy mucho valor incluso a respirar porque me ha llegado a costar hacerlo. Ahora sé qué es lo importante, la gente que ha estado ahí, se quiénes son y cuáles son mis amigos de verdad”.

En referencia a la capacidad de sacrificio y ganas de alcanzar una meta, Luis Sánchez comentaba “Trabajar con Venegas en su recuperación me está acercando a la humildad real de las cosas. Él me enseña una lección cada día cuando le veo trabajar por un sueño”.

Por su parte el espada Manolo Vanegas explicaba cuál es su sueño y por qué se levanta cada día, “hoy en día, mi lucha es recuperar a la persona. Pero el motor de esa ilusión es poder algún día coger el capote que guardo en el armario y volver a torear.”

El triguereño David de Miranda explicaba sus motivos “la motivación para recuperarte de una lesión así no es el dinero ni la gloria. Es poder ser libre. Yo sólo fui libre cuando tuve delante al toro en la Plaza de Toros de La Merced.”

En cuanto al preparador físico Pepe López, nos comentaba su día a día con David de Miranda,  “En mi trabajo diario con él, David de Miranda me está enseñando el valor de querer algo de verdad e ir a por ello con todas sus fuerzas. Y esto es un valor hoy muy en desuso.”

Sin duda alguna un cierre de ciclo en la Fundación Cajasol que no ha dejado a nadie indiferente y que ha congregado a numerosos aficionados y miembros de peñas taurinas de Huelva y la provincia.