En la Vega Larga por José Luis Trujillo del Real
Los criterios de los palcos en la concesión de los trofeos, hay tardes en que no se comprenden, y la de ayer no fue una excepción. Ya se sabe que la primera oreja es por la petición mayoritaria del público y la segunda es decisión de la autoridad, pero hay concesiones que sorprenden y mucho.
Sorprendió y mucho, la segunda de Roca Rey en su primero, si el usía quería concederla, era tan fácil como sacar los dos pañuelos a la vez, pero la faena no era de dos, por mucho que el público la pida y el palco no sepa aguantar la presión. Quizás, eso sí, las dos orejas del sexto, fueran las más rotundas dado el nivel expuesto.
Algo parecido ocurrió en la orejita de Talavante, concedida con dos avisos ante la estocada defectuosa del extremeño, que hizo que tardara en caer el toro de Juan Pedro. Las cosas a veces no son lo que parecen, y la faena no lo fue, pero el palco debe de verlo y en nuestra opinión no sacar el pañuelo con tanta facilidad.
Y la orejita que cortó Juan Ortega en el quinto, no fue menos, es cierto que la actitud dice mucho, y que quizás de no haber fallado con la espada en su primero hubiera cortado también otra orejita, pero a veces los palcos tienen que tener más criterio que si presidieran una portátil…. o a lo peor, somos nosotros los que estamos completamente equivocados.