Víctor Mendes habla de su maestro, amigo y modelo, que fuera referente para una generación de toreros y aficionados y de quien se ha conmemorado el 40 aniversario de su trágica muerte.
El Club Cocherito de Bilbao ha celebrado un sentido homenaje a Francisco Rivera “Paquirri”, figura referente para una generación de toreros y aficionados, en el año en el que se conmemora el 40 aniversario de su trágica muerte en la plaza de Pozoblanco (Córdoba), y al que a menudo se recuerda por razones anecdóticas ajenas a su importancia en la historia de la tauromaquia. El acto, que tuvo lugar en la noche del martes, día 26 de noviembre, en la sede del propio Club Cocherito, contó con la participación de un protagonista singular: el gran torero portugués Víctor Mendes, que intervino en el coloquio para hablar del que fuera su maestro, amigo y modelo.
Durante el coloquio se hizo hincapié en la preocupación obsesiva de Paquirri por la preparación, su elevada competitividad, la importancia que daba a la compenetración con la cuadrilla y a su condición de dominador de todos los tercios, lo que convirtió al diestro de Zahara de los Atunes en parte esencial del hilo gallista que va desde Joselito hasta él mismo, pasando por Luis Miguel.
Los directivos Rafael Ferrer y Laura del Rey, que desarrolló una síntesis de la exitosa trayectoria de Paquirri en Bilbao, ayudaron a conducir un interesantísimo coloquio salpicado por las detalladas explicaciones que dio el maestro portugués Víctor Mendes sobre la evolución de determinadas suertes del toreo, que fueron seguidas con enorme atención por el numeroso público asistente.
Finalmente, Carmen Martínez, rapsoda socia del Club Cocherito, hizo una emocionante interpretación del poema de Javier Mexia Algar dedicado a la muerte de Paquirri, que sirvió de prólogo a la parte final del coloquio, dedicada a la jornada de Pozoblanco.
Asimismo, durante el coloquio, Sabino Gutiérrez, presidente del Club, anunció que el homenaje del banquete anual, que tendrá lugar en enero, estará dedicado a la ganadería de Dolores Aguirre en la persona de Isabel Lipperheide.
