Plaza de toros de Coria del Río (Sevilla).
Homenaje por parte del cartel al matador de toros (enfermo de cáncer) Manolo Corona.
Entretenido festejo el vivido en Coria del Río donde se cortaron un total de 10 orejas ante una noble corrida de toros de Luis Albarrán y dos erales de Hnos. Dolores Rufino Martín. Una corrida mixta que recuperaba los toros tras 17 años sin festejos en la localidad sevillana. La terna mostró -cada uno con su personalidad- pero de similares conceptos de artistas faenas de gran interés y calado. Villalba tres apéndices, Lama cuatro -triunfador numérico-, Diéguez dos orejas y Jiménez una más una.
El primero “Temerario” un burraco bien hecho que embistió abajo en el dulce capote de José Luis Villalba. Una vara bien dosificada sin apreturas. Villalba que brindó al público construyó una faena por ambos pitones de sentimiento y expresión conjuntando series templadas ante uno dócil pero justo de poder. Estocada arriba y oreja tras una bonita faena.
El segundo “Fundon” un castaño estrechito de sienes al que Lama de Góngora toreó con criterio y buen son en el recibo. Se cuidó en el peto. Brindis público. Francisco Lama de Góngora firmó una importante faena -siempre al alza- donde soltó las muñecas para componer series muy cosidas y ligadas. Lama pasajeó por ambos con fuste y mandó para afianzar una faena de corte artístico y profunda. Los de pecho que abrochaban fueron de cante grande. Espadazo y dos orejas.
El tercero “Bacano” otro colorado que salió con un aire y sin embargo metió bien la cara en la tela rosa. A este le dieron un poco más en el jaco. Mario Diéguez se topó -hasta el momento- con el toro más deslucido del encierro. El tercero embistió a desgana, e incluso se echó a mitad de cambio en el último tercio. Dieguez poco a poco lo fue sobando y dando coba para robarle algunos compuestos y meritorios siempre ante una acometida de corto viaje y con la cara por las nubes. Esfuerzo sin recompensa ante uno que no dio juego. Vuelta al ruedo tras aviso.
El cuarto “Baralto” un real de Hnos. Dolores Rufino Martín con el que el joven local Antolín Jiménez mostró un toreo de entrega y clasicismo. Entendió a su oponente -afarolado de rodillas con el capote y de rodillas en los medios- se dejó el cuarto en todos los tercios, firmando una relevante faena por ambos pitones. Jiménez desprendió personalidad y buenas formas. El descabello le jugó una mala pasada y escuchó dos avisos.
El quinto “Bobo” (Luis Albarrán) un zambombo que apretó en el saludo de Villalba. Efectividad más que lucimiento. El segundo del lote resultó deslucido y tardó con el que expuso desde el principio. José luis afianzó un toreo de distancias cortas para sacar muletazos de uno en uno con buen criterio y decoro. Muy por encima el sevillano ante tan deslucido material al que arrancó dos orejas.
El sexto “Amorcito” un castaño amplio de cara que enseñaba las puntas hacia arriba. Al Lama lo recibió con un buen ramillete de verónicas que llegaron al tendido. El hispalense supo estructurar una faena de ligazón y mando -el toro necesitaba sentir el control- del cite para obligarlo. Lama le abrió los caminos desde el principio consiguiendo lo más destacado por el buen pintón derecho por donde hubo serias ajustadas y en carrusel. A izquierdas, protestó más y tiró la cara arriba, desajustando la interpretación del natural. Dos estocadas enteras y aviso. Dos orejas.
El séptimo “Tortuga” salió con pies y brío, lo que aprovechó Mario Diéguez para firmar un precioso recibo a la verónica. Pero ahí se esfumó todo el gas del astado que se quedó parado en el último tercio. Con esto, Dieguez tiró de oficio y recursos -muy seguro- poniéndose en su sitio comprometido para expresar con muy poco ante tan anodina embestida. Faena de capacidad y demostración de querer ser. Arrimón sincero y estocada. Dos orejas.
El octavo “Supremo” el real que cerraba el festejo se dejó para que Antolín Jiménez volviera a ofrecer un toreo clásico y personal. El joven novillero no se dejó nada dentro y también tiró de raza. Oreja.
Ficha del Festejo
Toros y novillos de Juan Albarrán y Hnos. Dolores Rufino Martín (4º y 8º) de variado juego.
José Luis Villalba, oreja / dos orejas
Lama de Góngora, dos orejas / dos orejas
Mario Diéguez, vuelta al ruedo tras aviso / dos orejas
Antolín Jiménez, silencio tras dos avisos / oreja
Incidencias.- Algo más de tres cuartos de entrada.