Toreros de Ayer: Antonio Infantes «Alin».

Este joven onubense saltó al planeta taurino a finales de la década de los 60 y durante un largo periodo de tiempo actuó en numerosos festejos tanto en Huelva como fuera de su tierra consiguiendo éxitos importantes.

Su primera actuación fue en la tarde del 15 de octubre de 1967 en la plaza de Las Colonias. Llamó la atención del público su corta estatura. El debutante se mostró bullicioso, con mucha voluntad y quiso intentarlo todo. Estuvo siempre en valiente con el beneplácito del público. Sin embargo, no estuvo acertado al matar a su primero. En el otro se lució con el capote y con la muleta sacó pases con ambas manos y desplante. Pese a pinchar en varias ocasiones se le concedieron las dos orejas que paseó en triunfo antes de salir por la puerta grande.

El éxito no le sirvió para repetir y tuvo que esperar hasta el 27 de abril de 1969 y ya en la Plaza Monumental, actuando junto a Lázaro Gallego “El Nini”, Molina Romero, Roberto Piles y Manuel Sanpedro “El Piri” con ganado de Hermanos González Lucas. En esta ocasión Alin se lució en una faena valerosa entre las ovaciones del público y no obtuvo premio al no acertar con los aceros.

Su buena actuación se vio compensada con otra novillada celebrada el 4 de mayo actuando junto al Nini, El Piri, Niño de los Amarillos y Pedro González con erales de Hermanos González Lucas. Esa tarde Antonio tuvo que pelear con el garbanzo negro del encierro, pero no se arredró en ningún momento a pesar de los numerosos revolcones que recibió. Realizó una faena muy meritoria con buenos pases, pero, una vez más, volvió a fallar con las espadas y el triunfo se quedó en una vuelta al ruedo.

Volvió a actuar en el coso onubense el 2 de agosto de 1970, haciendo el paseíllo junto a José Conquero “Panaderito”, Manolo Díaz y Antonio Venancio con erales de Comercial Agrícola S.A, que dieron poco juego y con el que Alin pudo dejar constancia de su valor y de sus sentimientos toreros.

Nueva actuación en la tarde del 16 de mayo de 1971 actuando con Manuel Díaz Cascarilla, Miguel Conde, Manuel Contreras y Ventura de los Santos con reses de Pablo Mayoral. Su novillo fue malo derrotando continuamente y poniéndole una y otra vez los pitones en el pecho, pero Antonio estuvo valentísimo, citando de largo a su oponente y lograr pases meritorio. Mató con brevedad y fue muy aplaudido. Su siguiente actuación fue el 24 de octubre en un festival haciendo el paseíllo junto a Miguel Báez Litri, Antonio Borrero Chamaco, Diego Puerta, Paco Camino, Santiago Martín “El Biti” y Julián García para lidiar novillos de Litri. Su novillo fue malo y envistió siempre al cuerpo, pero el puso un enorme deseo de agradar y se ganó las justas ovaciones del respetable.

Actuó en otro festival en el que actuaron el rejoneador Álvaro Conrradi, Julio Aparicio, Litri, Jaime Ostos, Chamaco, Manolo Cortés, Antonio Barea, Julián García, Manolo Aruza y Alin con reses de diversas ganaderías. Antonio tuvo mala suerte y su enorme voluntad y sus deseos de agradar se estrellaron ante un novillo de José de la Coba que parecía estar toreado. Escuchó muchas palmas del respetable.

Volvió a torear el 19 de marzo de 1974 junto a José Conquero, Miguel Conde, Rafaelito Ruíz y Urbano Corbacho con ganado de Víctor Collín. Antonio derrochó una gran voluntad destacando en los muletazos por el pitón derecho. Al dejar media delanterilla cortó una oreja.

El 20 de enero de 1975 actuó en un festival a beneficio de la Ciudad de los Niños haciendo el paseíllo junto a Julio Aparicio, Litri, Chamaco, Diego Puerta, Gabriel Puerta y Miguel Conde con reses de diversas ganaderías. En esta ocasión Alin tuvo una buena actuación y cortó un trofeo.

Tres años más tarde hizo su último paseíllo en el coso onubense en un festival a beneficio de los damnificados en las inundaciones. Actuaron con él, Conquero, El Peti, Miguel Conde, Pedro Luís Bosh y Antonio Sauco con reses de diferentes ganaderías. Estuvo muy cerca, valiente sacando naturales perfectos con temple y mando. Fue volteado y se lucieron de planta a cuerpo limpio, dejó media estocada y se le concedieron las dos orejas del eral de los Hijos de Celestino Cuadri.

Después siguió cerca del mundo taurino y fue el que más oyó a Miguel Báez Spínola en sus comienzos, ganándose el puesto de mozo de espada durante toda la trayectoria profesional del matador de toros onubense.

Artículo de Vicente Parra Roldán