Artículo de Vicente Parra Roldán
Fue corta la trayectoria profesional de este torero nacido en Paymogo pero ha pasado a la historia como el descubridor de dos grandes toreros onubenses, Santi Ortiz y su hijo Francisco Barroso, a quienes enseñó los rudimentos de este arte hasta alcanzar grandes triunfos.
Eugenio Barroso debutó en la añeja plaza de Las Colonias el 10 de junio de 1.951 actuando en una novillada de promoción en la que también intervinieron José Fernández “El Fonda”, Manuel Piosa Martín, Luis Cordero “El Niño del Baby”, Antonio Rodríguez “Joroco”, José Castilla y José Cordero “El Secua” que lidiaron erales de Gerardo Ortega.
Eugenio Barroso demostró poseer un valor sereno que debía de ofrecerles gratas recompensas en la carrera que acababa de iniciar con tan buenos principios, esperándose que, cuando estuviera más entrenado, pudiera dar buenas tardes, quedando abierto el crédito a la esperanza.
Tardó en actuar de nuevo en esta plaza. Y lo hizo, con el apelativo de El Nono en el festejo llevado a cabo el 6 de septiembre de 1.951, en el que hizo el paseíllo junto a Fernando Moreno Casau y Tomás Domínguez para lidiar erales de Dolores Martín Carmona, que resultaron peligrosos e impidieron el lucimiento de los jóvenes actuantes.
No tenemos recogidas más actuaciones de Eugenio Barroso en nuestra ciudad, aunque él siguió vinculado al mundo taurino y, así, a mediados de la década de los 60, organizó una temporada taurina en Punta Umbría además de ser el mentor de Santi Ortiz, tarea que, años más tarde, repetiría con su hijo Francisco.