Toreros de ayer: Jesús Abril. Parte (I).

Sin antecedentes taurinos familiares, este joven onubense nacido, en el Barrio San Sebastián se aficionó pronto y buscó lejos de su tierra la oportunidad de aprender, actuando en numerosas capeas en tierras castellanas.

Pudo hacer su debut en su tierra en 13 de mayo de 1962 acompañado del rejoneador Clemente Espadanal y de sus compañeros Tomás Domínguez, Pablo Gómez Terrón, Luís Tabuenca y Juan Jesús Sánchez que posteriormente adoptaría el apodo de El Zurdo. En los chiqueros, erales de Gerardo Ortega Sánchez. En esta ocasión Jesús Abril toreó elegantemente a la verónica. Con la muleta, comenzó con unos estatuarios de bello trazo siguiendo con derechazos y naturales embarcando con garbo, quietud y temple a su oponente. Coronó la faena de una estocada tendida de la que no cayó el animal. Pese a la tardanza el público no se había olvidado de la faena y le premió con una clamorosa vuelta al ruedo para agradecer las ovaciones.

El triunfo le sirvió para repetir el 31 de mayo junto a Manuel Naranjo “Naranjito” y Luís Tabuenca con novillos de Rocío Maestre, que no colaboraron en el lucimiento de los espadas. Jesús Abril no pudo repetir la actuación de su debut, pero sí dejó trazos de su buen quehacer por lo que paseó el anillo. En el otro estuvo valiente y artista, aunque sin llegar a cuajar faena por lo que fue muy aplaudido al finalizar su labor.

El 21 de junio vuelve a hacer el paseíllo en esta ocasión acompañado de Mariano Vela y Pablo Gómez Terrón para lidiar reses de Gerardo Ortega. Jesús puso la nota de finura y de arte en su primero tanto con el capote como con la muleta en el que ejerció un trasteo con dominio y gracia. Gustaron muchos los naturales y mató a la primera por lo que le concedieron las dos orejas. Le faltó enemigo en el último al que pinchó numerosas veces siendo avisado.

El 5 de agosto hizo el cuarto paseíllo de la temporada en la plaza onubense en la que se lidiaron reses de Montero de Espinosa por parte de Antonio Batalla, Florencio Pérez “El Onubense” y Jesús Abril. Los novillos resultaron difíciles e impidieron el lucimiento de los tres actuantes. A su primero supo dominarlo con la muleta y sacó algunos pases estimables por lo que a matar de media y cuatro descabellos fue fuertemente aplaudido y tuvo que dar la vuelta al ruedo. Había sufrido una voltereta afortunadamente sin consecuencias salvo los dolores propios del golpe. En el que cerró plaza consiguió un éxito importante al imponerse en las tandas de derechazos y naturales por lo que conquistó una merecida oreja. En la enfermería fue asistido de contusiones y erosiones en la cara interna del muslo derecho, sin gravedad alguna.

Su último paseíllo en esta triunfal temporada lo realizó el 19 de agosto lidiando junto a Terrón y El Onubense utreros de José María Soto de la Fuente. Los novillos no dieron facilidades a los toreros, tendiendo a huir. Jesús Abril, además de no tener enemigo, mostró mucha zurda en su primero con el que no estuvo lucido. Sólo destacó en los lances de recibo al sexto y al quite por gaoneras, además del coraje que puso en toda su actuación.

Artículo de opinión de Vicente Parra Roldán.