Novillero onubense de origen salmantino que tuvo un corto recorrido, actuando en dos ocasiones en la plaza capitalina.
La primera de ella tuvo lugar el 5 de septiembre de 1.993, trenzando el paseíllo junto a Antonio Carvajal, José Doblado, Luis Mariscal, El Triguereño y Alejandro Urbano con erales de José Conquero Balongo. Manolo Juanes se encontró con un animal de mucha presencia y enrazado, luciéndose con el capote. Estuvo decidido con la muleta, siendo volteado en varias ocasiones, antes de usar muy mal los aceros. Paseó el anillo.
Su segunda comparecencia tuvo lugar el 16 de abril de 1.994 en una clase práctica organizada por el Patronato Taurino Municipal. Hizo el paseíllo al lado de Porritas de Guijuelo, Joselito Ballesteros, El Triguereño y Alejandro Urbano con erales de Rafael Yñíguez. Manolo Juanes se lució al lancear a su oponente, al que después le realizaría una buena faena con ambas manos, aunque el afán por querer hacer todo restase cierta templanza. Sufrió un revolcón que le produjo una contusión en el tercio extremo de la octava costilla izquierda, con hematoma.