Novillero nacido en el Barrio San Sebastián en la década de los 70 del siglo XIX y que desde muy jovencito quiso ser alguien importante en el mundo de los toros. De ahí que acudiese a las capeas que se celebraban en los pueblos de los alrededores e incluso llegó a actuar en alguna que otra becerrada antes de formar parte de las tropas españolas que defendieron las Islas Filipinas.
Tras su regreso a su tierra, renace su afición llegando a torear en algunos pueblos de la provincia hasta que pudo hacer su primer paseíllo en la recién inaugurada plaza de la capital. Fue el día 14 de septiembre de 1902 actuando con José Lérida “Aguilerita” y José Lara “Larita” ante reses de Herederos de Manuel García Íñiguez en la que estuvo bien por lo que repitió el 26 de octubre junto a Peguerito y Perico Almanza. Esa tarde Tío Pimo salió a hombros por la puerta grande gracias a un sensacional quite que hizo a un picador al que había sido derribado. Tío Pimo agarró al novillo por la cola y liberó del peligro al del castoreño.
En la temporada siguiente solo hizo un paseíllo, el 16 de agosto, junto a Aguilerita y El Pipa siendo muy aplaudido. Volvió a actuar en una sola ocasión el 22 de mayo de 1904, triunfando de nuevo.
No estuvo en la campaña de 1905 para retornar el 4 de noviembre de 1906 con los inseparables Larita y Pedro Aguirre.
Su último paseíllo en nuestra ciudad fue el 3 de noviembre de 1907 junto a Machaquito de Sevilla y Pedro Aguirre con ganado de Francisco Pérez Romero. Posteriormente se marchó a Barcelona donde estuvo trabajando.
Artículo de Vicente Parra Roldán.