Este novillero onubense nació el 8 de agosto de 1908 y, tras actuar en algunos festivales, y tenía 18 años de edad vistió su primer traje de luces en el coso capitalino en la tarde del 3 de julio de 1927, actuando al lado de Diego Gómez Laíne y José Arroyo para lidiar astados de López Plata. Triunfo grande del debutante que cortó dos orejas. Unos días después, el 16 de julio actuó en la parte seria de un espectáculo taurino encabezado por Charlot Fatigon y sus Tontos, acompañado de Jesús Trinidad “Litri” para lidiar astados de José Anastasio Martín Santamaría. Otro triunfo del joven novillero que logró los máximos trofeos de su oponente.
Tuvo otra actuación en la tarde del 4 de agosto junto a Gitanillo de Triana y Paco Perlacia. Buena actuación pero que, sin embargo, no ratificó con la espada. Hizo un cuarto paseíllo el 7 de septiembre para lidiar reses de Campos Varela con Mariano Rodríguez y Paco Perlacia. En esta ocasión no hubo fortuna y no estuvo bien resultando, además, con una herida de seis centímetros de extensión en la parte posterior superior de la pierna izquierda, calificada como leve. En total sumó cuatro novilladas en la temporada de su debut ante sus paisanos.
Con gran expectación volvió al coso onubense el 8 de julio de 1928 para actuar junto a Eduardo Gordillo y Diego Gómez Laíne los novillos de González Nandin. Importante triunfo de Pedro Carreño que le cortó el rabo a su segundo oponente y que le valió para actuar el 3 de agosto junto a Julio García Palmeño y Diego Gómez Laíne con ganado de López Plata que colaboraron con los actuantes. Esa tarde Carreño obtuvo un trofeo. Su tercera comparecencia de la temporada fue el 6 de septiembre con Eduardo Pérez Bogota y Palmeño lidiando astados de López Plata. Tarde aciaga por el mal uso de los aceros y Pedro Carreño vio como el primero de los suyos fue devuelto a los corrales tras oír los tres avisos.
Su última comparecencia ante sus paisanos fue el 6 de septiembre de 1929 acompañado de Rebertito y Laíne para lidiar reses de Narciso Darnaude. Cara y cruz para Pedro Carreño que cortó los máximos trofeos a su primero y posteriormente fue asistido en la enfermería de una contusión sin mucha importancia.
Los triunfos alcanzados ante sus paisanos le llevaron a actuar en algunas plazas fuera de Huelva. Y así lo hizo hasta en cuatro ocasiones en la plaza de Sevilla y estaba anunciada su presentación en Madrid para los primeros días de junio de 1930.
El día 24 de mayo de 1930 actuó en la plaza de Écija junto a Alberto Balderas y Palmeño II. El onubense recibió a “Cabañero” un novillo de miura, con buenos lances y, al realizar un quite por gaonera fue alcanzado y arrojado a los suelos, a que cayó sin sentido recibiendo una cornada de quince centímetros en su muslo derecho, de la que fue atendida en la enfermería calificándose su estado como reservado. Fue trasladado a Sevilla y, a petición propia posteriormente hasta Huelva. Para ello le pusieron una vacuna anti tetánica y durante el trayecto hasta su tierra natal sufrió una gravísima hemorragia que empeoró su estado falleciendo a las pocas horas.
Su muerte consternó a la afición onubense que había depositado en Pedro Carreño sus esperanzas para convertirse en una importante figura del toreo pero la fortuna le fue esquiva y lo pagó con su vida.
Artículo de Vicente Parra Roldán