Desde el Cinco.
Zulueta, ritmo y armonía.
Javier Zulueta, es un chaval que desparrama torería por todos los extremos, todavía con rasgos de un adolescente distinguido y con diecinueve primaveras cumplidas, con una trayectoria profesional notoria, se hace notar con un toreo inconmensurable, donde el compás, el ritmo y la armonía se entremezclan con trazos de rotunda limpieza, el poso de sevillanas formas del cartucho del pescao, los trazos muleteros largos y atildados…Torea con una gracia exquisita, tres orejas para el hijo de Javier y Macarena, sobrino de Gabriel Rojas, pariente de la saga de los Trigo y los Lebrija, normal que con esa genética sea lo que es, Javier hoy bordó las instantáneas más hermosas de un incipiente chaval que quiere ser torero de Sevilla, seguro que será una tarde para el recuerdo, en su retina quedará grabada para la posteridad la tarde de Huelva, del pequeño de los Zulueta.
Enrique Toro debutó con caballos con la radiante ilusión del neófito que se dispone principiar en una profesión apasionante y a la vez de una complejidad extrema, hoy con la satisfacción de ser profesional del toro por derecho y ganado a pulso en capeas y tapias, hoy pudimos comprobar que Quique quiere ser toreo, desparpajo inusual para confrontar un envite cargado de responsabilidad, esto ha sido el principio de una aventura, espero que sea duradera en el tiempo, la espada tendrá que ser un reto por pulir y de urgente necesidad, confío en Enrique Toro a pie juntillas, le deseo fervientemente un prometedor futuro.
Carlos Tirado, es una apuesta del que suscribe… en su debut con caballos pudo haber cortado las orejas con suma facilidad, el deficiente uso de los aceros impide el triunfo al ayamontino, después las formas son auténticas, desprende poso en los encuentros, tiene valor y torería, es inteligente y guarda un personal estilo que lo diferencia de muchos… La espada de Damocles, el uso deficiente de la tizona…
Plaza de Toros La Merced.
Utreros de José Luis Pereda.
Javier Zulueta, oreja y dos orejas.
Enrique Toro, palmas tras aviso y palmas tras aviso.
Carlos Tirado, ovación tras aviso y aplausos tras aviso.
Crónica de Alfonso Leandro.