“LITRI II” TRIUNFÓ HACE SESENTA AÑOS

En el primer festejo de noveles de la temporada de 1.957, celebrado el domingo 7 de julio, resultó triunfador el novillero extremeño Isidoro Alcón “Litri II” que totalizó tres orejas y un rabo para salir triunfalmente a hombros por la puerta grande.

En este festejo se lidiaron seis novillos de José Carvajal y dos, que salieron en segundo y cuarto lugares, de Gerardo Ortega que dieron un excelente juego, se arrancaron bien, llegando dóciles y fáciles a la muleta y no presentaron problema alguno a los actuantes.

El extremeño Litri II no se lució en los lances de recibo a su primero pero, con la muleta, demostró sus conocimientos en los ayudados por alto, naturales, derechazos y manoletinas a un animal que pasaba como la seda y al que mató de una estocada, por lo que cortó el primer trofeo. Al quinto le inició la faena con seis ayudados por alto a los que le siguieron redondos que fueron ovacionados para concluir con unas manoletinas y unos afarolados, dejando una estocada algo ladeada y su actuación fue premiada con las dos orejas y el rabo, trofeos con los que paseó el anillo.

Muchos deseos de triunfar mostró José Moreno. A su primero le ejecutó unos pases por alto de buena calidad, mejorando en los derechazos que hicieron sonar la música para concluir con unas manoletinas. Media estocada y cuatro descabellos, perdiendo los trofeos y dando una vuelta al ruedo. En el sexto, se lució en unas apretadas verónicas y en un quite por gaoneras y otro por chicuelinas. No estuvo muy afortunado con la muleta, resultando trompicado en varias ocasiones. Dejó una estocada tendida y escuchó palmas.

Moreno Casal se encontró con un primer novillo que llegó inquieto a la muleta por lo que, con genio y coraje, sacó unos pases por alto de buen estilo y se aplaudió su quehacer que concluyó de pinchazo hondo y media estocada. Se le pidió la oreja y dio la vuelta al ruedo. En el séptimo no se acopló con el capote para sacar buenos derechazos, redondos y un desplante, dejando una estocada atravesada y media. De nuevo se le pidió la oreja y, al no concederla la presidencia, paseó el anillo.

Actuaba por segunda vez en la plaza Ceada Vázquez que estuvo decidido y con ganas de triunfar. Buenos lances a su primero pero se mostró desconfiado con la muleta dejando media estocada contraria, siendo silenciado. En el que cerró plaza, se lució en pases por alto y con la derecha; toreó después al natural dando una serie muy bien ligados que fueron jaleados llevando a cabo una faena aceptable en la que hubo hasta un desplante de rodillas. No tuvo suerte al matar y el público mostró su desagrado.

Por Vicente Parra Roldán