Juan del Álamo salió por la Puerta Grande en la vigésimo novena de San Isidro.
La primera Puerta Grande de su carrera. Ocurrió tras cortar una oreja al tercero y dar dos vueltas al ruedo y pasear otra oreja del sexto. El presidente le había negado la segunda oreja de Licenciado, un gran toro de Alcurrucén que fue ovacionado en el arrastre. Como Antequerano, lidiado en cuarto lugar, y con el que El Cid saludó una ovación. Joselito Adame fue silenciado en el segundo y escuchó pitos en el quinto.
Licenciado salió dormido y se frenó en el capote de Juan del Álamo sin llegar a pasar, hasta que despertó. El inicio de faena con la muleta fue lo mejor. Se dobló con el para sacarlo a los medios, ligando muletazos rodilla en tierra por ambos pitones y finalizando con el pase del desdén. En la siguiente serie por el derecho aprovechó el buen tranco del toro, e igualmente al natural. El toro humilló y tuvo transmisión.
Para decorar aún más la faena inició una tanda con un afarolado. Tras el estoconazo efectivo el toro se tragó la muerte en el centro del ruedo. Hubo petición de la segunda oreja que el presidente no concedió. Paseó una oreja y dio dos vueltas al ruedo. El público estaba tan entregado con él que antes de la salida del sexto, ovacionaron al torero. El toro manseó en varas y recortó en banderillas. Del Álamo citó desde los medios después de brindar al público. El animal protestaba en cuanto tocaba la muleta pero entre las rayas encontró el sitio y firmó una serie de mucha emoción, dejando la muleta en el hocico. Por el izquierdo se desdibujó la faena por la condición del animal. A base de firmeza y superioridad, Juan del Álamo se impuso y logró cortar la oreja que le permitía salir a hombros.
El cuarto toro de Alcurrucén también destacó. Tomó el segundo puyazo a distancia y en la muleta embistió con la cara un poco suelta pero humillado y con alegría. Al natural El Cid logró firmar naturales con la muleta arrastrada en una labor con eco en los tendidos. Tuvo mayor empuje el toro por el derecho pero pinchó la faena que iba bien encaminada. Realizó una faena breve al primero de la tarde, con un toro que fue a mejor.
El segundo duró poco pero fue manejable en las primeras series. Joselito Adame no acertó con los aceros y fue silenciado. Con el quinto, que derribó al caballo, inició la faena por estatuarios. No tuvo clase el animal, sin finales en la embestida, con la cara alta. La primera estocada le hizo guardia.
Ficha del Festejo
Toros de Alcurrucén y El Cortijillo (1), de variado juego.
Manuel Jesús “El Cid”, silencio / saludos
Joselito Adame, silencio tras aviso / pitos tras aviso
Juan del Álamo, oreja y dos vueltas al ruedo/ oreja
Incidencias.- Casi tres cuartos del aforo.